Hasta mediados del siglo pasado, podemos ver que la mayoría de las
personas pasaban mucho tiempo, prácticamente toda su vida en lugares
geográficos muy concretos. Hoy en día esto resulta casi imposible, no sólo a
nivel real, sino a nivel hiperreal ya que los medios nos sitúan en espacios
globales comunes y podemos acceder a la misma información en las redes estemos
donde estemos.
Tal y como explica Jaime Yanes Guzmán 2007 “El acelerado incremento de
las comunicaciones ha convertido al mundo en una unidad: lo que ocurre en
cualquier parte del planeta se conoce al instante en otros lugares…Nuestra
civilización es la sociedad de las comunicaciones. La red comunicacional está
refundando la gran urbe planetaria que tiende a superponerse sobre todo,
recreando los viejos conceptos de tiempo y espacio, mutando constantemente las
relaciones entre lo local, lo regional, lo nacional y lo universal y dando paso
a nuevas formas de relaciones entre los seres humanos: la soledad del
individualismo y al mismo tiempo, el incremento de los lazos a través de
pulsaciones electrónicas impersonales”.
La desterritorialización es cada vez mayor, debido al desarrollo de las
nuevas tecnologías y aplicaciones innovadoras que han comenzado a inundar
nuestras vidas y no somos capaces de vivir sin ellas. Redes sociales, lugares
de almacenamiento de fotografías digitales, sitios donde puedes compartir tus
PowerPoint...
A día de hoy, si queremos saber cualquier cosa de alguien, una de
nuestras mejores opciones es buscar su nombre en internet y, a partir de las
referencias que salgan, del número de sitios que encontremos y la importancia
de esos sitios, estableceremos una primera imagen de su identidad desde un
territorio tan virtual como la red.
Siguiendo con esta idea de revolución tecnológica y social que se está
produciendo también hay que mirar a lo que aun hoy sigue presente pero con
cambios, todo cambia, al igual que la publicidad y la prensa, durante años ha
sido muy eficaz, pero ahora la gente ya no ve tantos anuncios en televisión,
ahora se ven por medio de youtube o de las páginas que visitas; y lo mismo pasa
con la prensa, algo que estaba aparentemente tan consolidado está cambiando y no
se sabe cómo acabará, lo que se conoce es que ya no es un medio tan masificado
y que es un público concreto el que compra y lee la prensa tradicional, porque
para enterarte de las noticias hay miles de servicios nuevos, más efectivos y
rápidos que te ofrecen la información casi al instante.
Tras esta introducción sobre lo nómade en la que pretendo dar una idea de
cambio, de movimiento y del paso de un concepto estanco a uno abierto encajan a
la perfección las palabras de la creadora de este concepto en las que Rosi
Briadotti 2004 define lo nómade al explicar los cambios que según ella necesita
el lenguaje y escribe: “Necesitamos elaborar colectiva y socialmente una nueva
política de lenguaje: mitos y figuraciones políticas para representar este tipo
de subjetividad que determinaré nómade. La subjetividad nómade significa cruzar
el desierto con un mapa que no está impreso, emprender el viaje
independientemente del punto de destino y, lo que es aún más importante, la
subjetividad nómade se refiere al devenir.”
La subjetividad nómade se refiere por lo tanto a la forma de vivir
actual, cambiante, a la que adaptarse mirando adelante y estando atento a lo
que nos depara el camino.
Como dice también Braidotti 2004: “ciertamente necesitamos una identidad (sexual,
nacional, social), pero no una identidad fijada, válida para todos los tiempos,
necesitamos puntos parciales de anclaje que actúan como puntos de referencia
simbólicos, aunque sólo sea para apoyarnos en la ardua pero históricamente necesaria
tarea de reinventarnos a nosotros mismos.”
Bajo estas premisas y según las conclusiones extraídas de los textos de
Braidotti y Acaso, una acción educativa nómade puede ser: provisional,
fragmentada, inestable, paradójica, visual y tecnológica.
·
Provisional: una acción educativa provisional la
que parte de no haber sido diseñada para ser permanente en un mundo donde ya
nada lo es, es aquella que es susceptible al cambio y en la que cada escenario
es distinto. No importa que se tenga el mismo profesor, los mismos estudiantes,
la misma materia o que uno se encuentre en la misma aula, la acción educativa
siempre sucede de forma diferente.
·
Fragmentada: cualquier acción educativa puede
efectuarse de manera fragmentada en vez de ser completa y continua. El
movimiento implícito del crecimiento rizomático hace que entendamos lo completo
como una ilusión. En la vida fuera de la escuela nunca encontramos nada
completo, siempre se está mejorando, destruyendo, reconstruyendo, pero nunca
nada completo de manera perpetua. Nuestro día a día es el conjunto de
fragmentos donde la identidad que nos toca en cada momento vuelve la sucesión
del tiempo en una especie de cadena donde cada eslabón es diferente. Está
compuesto de pequeños trozos diferentes que no son homogéneos, que no son
iguales. De este mismo modo quien diseñe un proyecto educativo ha de desistir
de la idea de realizar una labor completa que en algún momento quede cerrada de
una manera perfecta. Como maestros hay que aceptar esta realidad de una
educación fragmentada y heterogénea. Cada proyecto que llevemos a cabo será solo
un pequeño fragmento que se enlazará con otros que tampoco terminarán creándose
un rizoma cada vez mayor que nunca para de crecer.
·
Inestable: cualquier acción educativa es
inestable, es decir, nadie tiene una clase perfecta con niños escribiendo
durante el tiempo que dura la actividad sin que nada corte ese ritmo. La
educación así es ideal, pero no es la realidad que se vive. Los alumnos lloran,
ríen, están nervioso por el examen que tienen en la siguiente hora…esto hace
que la educación sea inestable. Si se aceptase esta inestabilidad y se diseñara
un proyecto educativo partiendo de la inestabilidad como una característica
básica, no tendríamos un cuerpo profesional con tanto porcentaje de depresiones.
Aceptar esta realidad nos puede ayudar a construir rizomas más efectivos,
debido a que las clases estarían enfocadas de una manera totalmente distinta a
las actuales.
·
Paradójica: es paradójica porque el mundo en el
que vivimos es paradójico de por sí, en el cual lo que se nos presenta como la
realidad no se ajusta en absoluto a como son las cosas realmente, sino que es
precisamente todo lo contrario.
A diario, las representaciones visuales que nos acechan, como los medios
de información o nuestro ámbito social, nos dicen lo que tenemos que pensar,
qué debe ser el éxito para nosotros, qué debemos desear comer…Todos los días sentimos
esa sensación de contradicción. En este contexto debemos evitar pensar que la
acción educativa se mantiene ajena a esta paradoja.
El discurso que nosotros ofrecemos
en el aula es en realidad el fruto de la interacción de muchos elementos, por
lo tanto hemos de aceptar que puede ser contradictorio que lo que yo considero
sobre algo puede que otra persona no lo considero de este modo, y que sobre un
mismo acontecimiento pueden existir multitud de análisis diferentes, tantos
como personas. De la misma manera, el discurso del aula entra en contradicción
con muchos tipos de pensamientos, y sobre todo debe entrar en contradicción con
el pensamiento crítico para que así nos paremos a pensar y reflexionar y que
esta reflexión nos sirva como el camino a seguir para aceptar la contradicción
y rebatirla. No solo los alumnos sino que también los maestros pueden
establecer sobre una materia distintos puntos de vista.
Es por esto que, como profesores, en lugar de entrar en esta lógica de
esto está bien y esto mal, debemos establecer nuestra práctica educativa sobre
la idea de que hay miles de posibilidades para romper acabar así con la
paradojización del pensamiento.
·
Visual: se debe entender, desde las
instituciones educativas, que la información visual ha de ser el tipo de
información que en mayor medida se ofrezca a la hora de diseñar un proyecto
educativo y, que de igual forma que el lenguaje audiovisual ha sido escogido
por la sociedad fuera de la escuela (mass media) para transmitir conocimientos
de la forma más efectiva, ha de ser algo básico dentro. Es muy normal ver como en
los colegios el profesor habla a la vez que los estudiantes cogen apuntan o
miran el libro de texto, mientras que la realidad es que en las vidas de estos
niños fuera de la escuela ocurre todo lo contrario y están llenas de formatos multimedia,
prensa, tanto online como escrita, películas y sitios web, los cuales parecen
no tener cabida de manera definitiva en la práctica educativa. Otro de los
retos de una acción educativa nómade es transformar un discurso predominantemente
oral y textual en uno audiovisual.
·
Tecnológica: en este último apartado es donde
queden reflejados todos y cada uno de los principios del nomadismo. La
tecnología nos muestra todos estos caracteres que hacen una educación distinta,
que se expande en forma rizómica, que cada hora está viviendo nacer aplicaciones
nuevas, tan nuevas que tardamos tiempo en procesarlas. Por lo tanto los
aparatos que nos rodean deben llegar a la educación.
Como profesores nómades estaremos en situación de ver más allá y
deshacernos de los clichés y de los estereotipos con los que hemos crecido, pensando
que la educación puede seguir funcionando como lo había venido haciendo hasta
los últimos años.